Palabras del Presidente: Ricardo Ramírez En una sociedad en donde el arte oficial es el arte estúpido, y que consta de gran éxito por su fascinación ( “la estupidez es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene límites; la estupidez no. Claude Chabrol” ), hacer arte inteligente serio y profundo es un doble desafío; Si además lo haces desde la verdad, ya eres un completo revolucionario de la cultura; “En una época de engaño y mentira universal, decir la verdad es un acto revolucionario” George Orwell. La mediocridad se ha establecido en la mayoría de los aparatos culturales, y con su mirada limitada y su seudo-arte logra mantener en la idiotez al resto de la sociedad. El Conceptualismo, el VIP, la Abstracción, el Ready Made y la Neo-figuración abstracta, ha sido el pretexto perfecto para esconder a miles de artistas mediocres incapaces de hacer arte, pero a una sociedad superficial, que gira en torno a la moda, lo fácil, lo rápido, el slogan, parece no importarle y se a adaptado muy bien a este arte-desechable. En un mundo donde el buen arte es mirado en menos, marginado de todo: evento, encuentro y exposiciones, por causa de curadores corruptos o ineptos; me autoimpuse el crear una organización en donde se pudiera aprender el buen arte, cuando comencé en 1991, estaba totalmente solo, años más tardes me enteré con grata sorpresa que no era el único con tal preocupación, otros como Martín Soria, ya estaban haciendo esfuerzos similares. Hoy es gratificante comprobar lo bien recibido por una parte (cada vez más creciente) de la sociedad, el buen arte, en todo el mundo han surgido artistas que intentan, pese a los burócratas, estetas, críticos y comerciantes del mercado oficial, hacer arte verdadero, y muchos con gran éxito. Es una clara señal de que, lo que comenzó como una pálida visión era el camino correcto.“La belleza salvara al mundo”, Dostoievski.